Juan: Buen día, señor ¡Me gustaría hablar con el gerente, por favor!
Manuel: Claro que sí, soy yo, mi nombre es Manuel, ¿en qué le puedo ayudar?
Juan: Hicimos una reservación hace dos semanas para un cuarto, pero venimos llegando y nos comentan que todos los cuartos están ocupados.
Manuel: Así es, lamentablemente, debido a la temporada alta, los cuartos se ocuparon, como lo dicen las políticas de la empresa, “todo cuarto está sujeto a disponibilidad”; sin embargo, podemos ofrecerle un cuarto en otro de nuestros
hoteles con un 30% de descuento por los inconvenientes.
Juan: Está bien, muchas gracias.

Alice: Buenas tardes, joven, perdón por llegar tarde, pero había muchísimo tráfico y apenas venimos llegando, ¿todavía puedo tomar mi vuelo?
Miguel: Lo lamento, señorita, pero el vuelo está a punto de despegar.
Alice: No me diga eso, mi esposo y yo sólo llegamos un minuto antes de que la puerta se cerrara; ¿nos pueden devolver nuestro dinero?
Miguel: Lo siento, señorita, pero de acuerdo con las políticas de la empresa no existen devoluciones por retardos del pasajero.
Alice: Entiendo, creo que tendremos que comprar otros boletos…

Juan: … señor, me está cobrando $50 (cincuenta pesos) de más.
Ángel: Es lo que el taxímetro marca, joven.
Juan: Pero si solamente fueron cinco kilómetros.
Ángel: Tiene razón, quizá esté descompuesto… aquí tiene su cambio y una disculpa.
Juan: No hay cuidado, que tenga un buen día.